Mujeres que inspiran, escriben, leen y viven

Mujeres que matan, que sanan, que escriben, que leen

Existen pliegos infinitos en el abanico de la escritura, en cuanto a forma, estilos y voz. Permitirse explorar y navegar dentro de ellos despierta la amplitud en la pluma de quien escribe y de la vista a quien lee. Así empiezo hoy, agradecida por los pliegos de Alberto y sus “Mujeres que matan”, y por los de Vivian y Mama Blanca como testimonio de fe, en “Terapia intensiva”.

Pliegues que me recuerdan que los orígenes, la mezcla de culturas, géneros y la transformación que sucede al ras de cualquier novela para el escritor, es una maravilla que me encanta abrazar.

En el caso de estas obras, me encontré además con mujeres narradas, contadas, vistas desde afuera y habitadas, a la par de un contraste tricolor, propio o hermano. Que arropa a quienes nacimos aquí y a quienes llegaron para hacer de esta tierra su hogar.

Mujeres que escriben, que leen, que se reúnen a la par de un café y comparten historias, propias o ajenas, hasta crear vínculos intangibles. Mujeres que viven, porque han muerto más de una vez….

Clubs de lectura, un país atemporal y libros sobre mujeres

Es difícil hablar de esta serie de libros, que no hubiese elegido voluntariamente, sin hacer mención de la razón inicial que me llevo a leerlos. Un tesoro encontrado, un club de lectura hecho y formado por mujeres.

Mujeres increíbles, de diferentes edades, profesiones, experiencias, dolores y quiebres, mujeres que siempre han estado involucradas en las letras, junto a mujeres que con cada libro se fueron adueñando del término “lectora”, aquí cabemos todas.

Mujeres que han significado para mi tanto, que me quedaré corta. Así como al intentar describir las anécdotas compartidas, las tazas de café y té bajo el libro del mes, los cierres con sabor a vino y los encuentros con editoriales, autores y protagonistas.

Asimismo me quedo pequeña, al intentar agradecer lo que ha sido la oportunidad de recitar mi poemario con ellas. Ver como lo iban eligiendo, para hacerlo suyo, ser testigo de la conexión con la poesía, que se atrevieran a hacer eco de mis letras, que me dieran una pertenencia tangible y vívida.

*A todas, gracias.

“Te daría mi vida, pero estoy usándola”

Suerte o destino, esta frase que hace parte del primer libro elegido en el club, por sí sola hizo sinónimo y eco de lo que el grupo de mujeres, de diferentes edades e intereses, estábamos buscando. Un espacio, un lugar de pertenencia, una nueva forma de nutrir la vida, usarla a favor de nuevas historias, vivencias, risas, anécdotas, lágrimas y experiencias.

Claro que, me permito la acotación, en nuestro club no se nos da lo de los libros de autoayuda, ni las actividades que surgen por estos…

Si no sabes a lo que me refiero, te invito a leer ya el libro de Alberto Barrera Tyszka, “Mujeres que matan”.  Una maravilla que me atrapo desde el inicio, bajo una pluma tricolor y esperanzadora. 

Y sí, un club de lectura que abrió sus puertas leyendo un libro donde se forma un club de lectura.

Más allá de lo trillado que pueda sonar, estas páginas nos encontraron, incluso, más allá del mismo libro, meses después. Exponiendo historias propias ante situaciones ajenas. Proyectando la magia de la literatura, acercarnos a un mismo hilo conductor sobre el cual conversar, reír, llorar y sanar.

Frase de Mujeres que Matan de Alberto Barrera

Quede encantada con la forma de escribir de Alberto, lo cercano y a la vez lo universal que fue, reflejando momentos y vivencias del país, mientras va hurgando en temas propios de la humanidad. Con matices femeninos que invitan a la conversación, sobre como se llevan las cosas, problemas, duelos y situaciones.

Sobre como se entierran los dolores y vivencias en la piel, de una manera en la que solo las mujeres lo hacen. Sobre el poder de autonomía de una mujer, cuando decide vivirse su vida, incluso hasta su muerte. Me llevo frases y momentos, me llevo más ganas de leer sobre este autor, me llevo orgullo en el pecho del talento.

Protagonistas y espectadoras, esa línea delgada

Si algo te deja la experiencia de leer en conjunto, es la versatilidad que tenemos los seres humanos de pasar de espectadores a protagonistas dentro de las historias. En el mundo real o en la literatura, solemos ser espejo, o vernos en él a través de las situaciones y vivencias de otros.

Asimismo, solemos leer desde nuestros zapatos aquellas escenas, pasajes o diálogos que mueven algún recuerdo, sentir o anhelo dentro de nosotros.

Mujeres que matan trajo un punto de partida en esto, incluso a nivel colectivo. Pues relata una situación que actualmente todo venezolano lleva en la piel, de una manera u otra.

Narrando a la par de luchas personales, un movimiento colectivo que nos dejó ausencias irremplazables, días a oscuras, distancias sin retorno, cicatrices en los pies.

Leer y revivir en la piel a la vez, es algo poderoso, no siempre bonito, pero sí poderoso…

Aspecto que enlazo directamente con Vivian, su madre y el cruce de emociones que fue leer en conjunto, sola y de la mano de sus protagonistas, terapia intensiva.

Las entrelíneas infinitas de una terapia intensiva como testimonio.

Siempre he creído en que las historias dependen de quién las cuente, es por eso que las biografías siempre me han parecido un reto, en el sentido literario. Pues, a mi criterio, el escritor debe separarse lo justo para ver desde afuera la historia. 

Sin embargo, es imposible no involucrarse y generar cierta influencia ante hechos y “personajes”, cuando la historia es propia o trata de alguien muy cercano a ti.

Esto sucede porque, aunque no se quiera, se siente una responsabilidad de hacer justicia a la persona, a la historia y al mensaje detrás. A la par de dejar las entrelíneas suficientes que permitan espacio tangible a la idea de que el escritor solo está sirviendo de puente, más no de protagonista.

Y es allí, donde vuelvo y repito, está el reto…

Pero, también he descubierto, que esto no tiene por qué ser precisamente malo. Si el emisor, mensaje y mensajero, responden a una misma intención y dentro de la historia sus acciones son causa y consecuencia de la misma, sería absurdo no reflejar en ella ambos puntos de vista, el del autor y su protagonista.

Por eso, me atrevería a decir que Terapia intensiva de Vivian Sleiman, no solo es un libro que relata la historia de su madre, sino que nos deja ver una historia compartida.

Aunque nace desde esa intención (ser un libro biográfico), bajo la premisa de las vivencias de una mujer increíble que supero tantos momentos de quiebre y saco adelante a sus hijos y a ella misma tantas veces. Se convierte, a medida que nos adentramos, en una historia conjunta, entremezclada. Donde la autora (Vivian) y su madre, hacen vivencial esa conexión hermosa que tienen, llevándonos de una forma en la que no podemos despegar a una de la otra.

Entendí el significado de la vida , cuando esta nos tomo de imprevisto

Un libro con momentos épicos, duros y revelaciones claras. Una narración que nos deja ver quienes fueron ellas, antes, durante y después de lo vivido. No solo en la terapia intensiva, sino a la hora de ponerse de lleno a escribir este viaje y en su muestra al mundo.

Milagros, secuelas y mujeres

Abrir la puerta de nuestros miedos y vivencias personales, como escritores, no es sencillo. Revisitar heridas, hurgar en pasados tormentosos y forzarnos una y otra vez para terminar la obra, no es un camino fácil. Pero, son justo esos momentos, cuando la obra creada adquiere connotaciones inimaginables.

Porque al conectar con nuestra propia naturaleza, conectamos a su vez con la de otros. Esos futuros lectores que serán capaces de adueñarse, inspirarse y permitirse reconocerse en los propios milagros y secuelas de sus pasos, en el hoy.

Lo que, a su vez, sí lo piensas es mágico y me revive aquella frase de Alberto que dice que las mujeres somos diferentes en todo, incluso a la hora de morir, de matar. Porque, a nivel de escritura, las mujeres también solemos precisar diferente y hacer catarsis de forma particular dentro de nuestras propias letras

Alzando voces, que hacían eco dentro de nostras a un nivel que ni logramos entender hasta que las soltamos al mundo.

“Muchas veces las mujeres callan por temor a seguir siendo maltratadas. No callan por ser cobardes, sino por temor a no tener credibilidad, a ser humilladas y a seguir siendo silenciadas”

Incluso, esto se ve más allá de las obras en sí...

Escuchar a Vivian y a su madre en vivo, fue una experiencia sin igual, doto de capítulos extras a mi libro, me regalo una bendición para mi camino en forma de letras y abrazos sentidos. Me movió en una semana que no había sido fácil y lleno ciertas entrelíneas que, sin saberlo, estaba buscando dentro del libro, pero que me esperaban fuera.

Reflexión que, a voz propia, me hizo ver como espectadora lo que a veces se espera de una autora. Incluyendo, alguna falsa perfección que llene todos los espacios exigidos por el lector y que además justifique todos los puntos y coma. Como si existiera la famosa cuarta pared que separa a quien crea de su creación. En otras palabras, “que no se note que el escritor es humano”.

Cuando es, en esa humanidad, donde está la magia…

firma de libro, terapia intensiva

Ojo, conozco el estándar a cumplir (como cualquier profesión), sé del entendimiento que hay que tener para dirigirse a una audiencia y también sé que no todo lo escrito puede llamarse literatura.

Pero también sé, que hay infinitas entrelíneas, para quien se permita prestar atención. Hay tanto que sacarles a los libros y a los mensajes detrás de ellos, de sus autores, personajes, editores, ilustradores y demás, que es importante no dejarnos caer en un blanco y negro o solo en un bueno o malo.

Porque siempre, leer nos dejara algo para bien… Y eso sí es un hecho, no una opinión.

6 comentarios en “Mujeres que inspiran, escriben, leen y viven”

  1. Gracias por tu artículo, imposible expresar mejor el vínculo que hemos establecido en el Club de Lectura no sólo con los libros sino entre nosotras sus miembros. Con cada libro leído y compartido nos hemos apropiado de las vivencias de los personajes y las hemos recreado en amenas tertulias que disfrutamos plenamente. Un fuerte abrazo

    1. Valoro mucho tus palabras. Así es, ha sido maravilloso el vínculo compartido a través de los libros y las historias propias. Momentos que espero que se sigan nutriendo entre sí, un abrazo.

  2. Andrea, excelente artículo, me encantó!

    La manera en que narras la experiencia en el Club de lectura es muy amena, logras revivir los encuentros al instante. Me gustó la idea de documentarlo.

    Además, exaltas desde tu punto de vista, el propósito del autor, de forma abierta y reflexiva.

    Gracias por compartirlo.

    1. Gracias a ti, por dejarme tus palabras y conectar con lo que tengo para decir. Me encanta haber evocado en ti, los encuentros del club y que podamos compartir, incluso más allá de él, opiniones, historias y momentos. #GraciasTotales

  3. Tan acertada tu sinopsis que lleva a reflexionar todas las veces que hice míos párrafos de los libros leídos, porque recordé vivencias que volvieron a mi mente. De alguna forma ú otra los libros llegan a nuestra vida por algo, que debemos sanar, recordar ó, simplemente disfrutar.

    1. Así es, siempre tendrán algo para regalarnos. Incluso aquellos que no lleguen a gustarnos, siguen dotándonos de sensaciones, emociones y espejo de quienes somos, fuimos y podemos ser. Agradecida contigo desde el primer momento por conectar y sumar dentro de este viaje compartido que ha sido el club. Un abrazo.

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